El reciclaje del cómplice de juegos

No es dejar de querer, es amar un tanto con la mente, para saber por dónde estamos recorriendo. He vivido esa experiencia y en lugar de mirarla con agrado la veo con desgaste, sofocación, desesperación. Algo que no sucede cuando aprendemos querer con los pies bien puestos sobre la tierra.